Uruguayas

lunes, 29 de octubre de 2012

Tipos de oraciones subordinadas


                
                Como ya hemos visto, cada vez que identificamos un nexo subordinante delante de un verbo conjugado estamos frente a una estructura sintáctica que llamamos oración subordinada.
                Dependiendo de la función gramatical y sintáctica que cumplen estas estructuras podemos diferenciar dos tipos: la Oración Subordinada Adjetiva (O.S.A.) y la Oración Subordinada Sustantiva (O.S.S.).

Subordinada adjetiva

                La oración subordinada adjetiva le da información a un sustantivo. Por esta razón, nunca aparecerá cumpliendo independientemente la función de Término Adyacente Verbal, sino que lo integrará junto que otras palabras o estructuras.

                Ej:
                                La mujer que tenía bigotes me miró.

                Este enunciado es oracional, posee como núcleo el verbo miró. El verbo tenía aparece subordinado por el nexo que. La oración subordinada (siempre inicia en el nexo subordinante) es “que tenía bigotes”. Para saber qué tipo de subordinada es, basta pensar e identificar a qué palabra le da información. Si observamos atentamente veremos que le proporciona información al sustantivo “mujer”, porque está dando una característica de la mujer, la califica, la describe, se comporta como un adjetivo. Por lo tanto, estamos ante una O.S.A. Su función es darle información al sustantivo mujer y juntos: “La mujer que tenía bigotes”, es el sintagma nominal que funciona como Sujeto Léxico.

                Puede pasar que la oración subordinada adjetiva sea sustantivada por un artículo, en el caso que el sustantivo al que le da información sea elidido (omitido) porque se sobrentiende.   Imaginemos que estamos con unos amigos mirando un grupo de mujeres con extrañas características. Los amigos hablan de ellas y en determinado momento uno dice:

La que tenía bigotes me sonrió.

                El enunciado es oracional, tiene como núcleo el verbo sonrió. La oración subordinada “que tenía bigotes” le da información al sustantivo “mujer”, que no aparece pero se sobrentiende. La oración sigue siendo adjetiva desde lo pragmático, desde el sentido que sabemos que describe a una mujer. Sin embargo, desde lo sintáctico ha sido sustantivada por el artículo. Este fenómeno puede ser usado por dos razones:

1.       Con un fin práctico, evitando la reiteración de un término ya dicho, como recurso cohesivo de elipsis (trabajado a principio de año).

2.       Con un fin estético, buscando definir al sustantivo por la característica indicada por la oración subordinada. Pasa lo mismo con los adjetivos comunes. Podemos hablar de “el inteligente” de la clase, de “la estudiosa”, de “el deportista”. Todos estos son adjetivos sustantivados con el objetivo de definir una persona a través de esa característica.


Subordinada sustantiva


                                La oración subordinada sustantiva le da información a un verbo conjugado o sin conjugar. En el caso que sea un verbo conjugado, funcionará como un Término Adyacente Verbal de forma autónoma, sin agregados. Esta es una diferencia fundamental cuando analizamos oraciones. No veremos casos en que la O.S.S. le dé información a un verbo sin conjugar.

                Ej.:
La mujer que tenía bigotes me dijo que se disfrazó de bruja.

                El ejemplo es significativo: además de aclararnos que los bigotes eran parte de un disfraz, tenemos un modelo de cada tipo de oración subordinada. La primera, “que tenía bigotes”, ya definida como O.S.A. en el ejemplo anterior. La segunda, “que se disfrazó de bruja”, donde el nexo que subordinó al verbo disfrazó. Aquí es donde podemos observar que esta oración le da información al verbo “dijo”, aclarando “qué dijo”. Esto nos orienta a que la oración subordinada cumple, en forma autónoma, la función sintáctica de Objeto Directo, ya que puede ser permutada por el incremento átono “lo”, en “lo dijo” o “me lo dijo”.

                Generalmente, en los ejemplos que trabajaremos, la O.S.S. funcionará como Objeto Directo y siempre será permutada por el incremento átono neutro “lo”. Sin embargo, como funciona de la misma manera que un sustantivo, puede aparecer precedida por una preposición, funcionando como un Objeto Preposicional. En otros casos como Atributo o, incluso, como Sujeto Léxico.


                Veamos otros ejemplos de O.S.S.:

Yo pensaba que ese bigote era real.

Mis amigos creían que estaba loco.

Yo les dije que se dejaran de pavadas.


                Los verbos nucleares de los ejemplos anteriores están en negrita y las oraciones subordinadas, subrayadas. Como verán, en el primer ejemplo “que ese bigote era real” le da información a “pensaba”, me dice “qué pensaba”. Es permutable por el incremento átono “lo” en “Yo lo pensaba”, de manera que la Oración Subordinada es Sustantiva y funciona como Objeto Directo.

                En el segundo ejemplo, “que estaba loco” le da información al núcleo verbal “creían”, diciéndome “qué creían”. Es permutable por el incremento átono “lo” en “Mis amigos lo creían”, de manera que la Oración Subordinada es Sustantiva y funciona como Objeto Directo.

                En el tercer ejemplo, “que se dejaran de pavadas” le da información a “dije”, indicando “qué dije”. Es permutable por el incremento átono “lo” en “Yo se lo dije”, de manera que la Oración Subordinada es Sustantiva y funciona como Objeto Directo.

                Este caso es especial, ya que de seguro, la mayoría dirá que la permutación correcta es “Yo se los dije(x)”, sin embargo esto es un error.  En la oración “Yo se lo dije” tenemos el pronombre personal “Yo” que funciona como Sujeto Léxico, el pronombre “se” que oficia de Objeto Indirecto y que sirve para singular o plural (es decir, hace referencia a la persona o a las personas sobre las que recae la acción) y el pronombre “lo” que refiere al Objeto Directo que en este caso es neutro, por esta razón no debe estar en plural.


                                                                                                Propiedad del creador del blog


Ejercita

  a) Clasifica los enunciados.
  b) Clasifica sus oraciones subordinadas.
  c) Determina el Término Adyacente Verbal al que pertenecen las oraciones subordinas.

1)      Algunos alumnos piensan que el análisis sintáctico no sirve para nada.
2)      Los alumnos que no piensan así son muy pocos.
3)      Los resultados prácticos que surgen del manejo del análisis sintáctico aparecerán de forma inesperada e inconsciente.
4)      El lenguaje que desarrolló la especie humana es algo admirable, estudiarlo sirve para ampliar la capacidad de expresión y comprensión.
5)      Algunos lingüistas sostienen que los humanos nacemos con una especie de estructura gramatical en el cerebro, por eso nos resulta fácil y natural aprender una lengua materna.
6)      El conocimiento que nos da el análisis sintáctico sirve para comprender y profundizar estructuras complejas que aparecen en la escritura y también nos enseña que la capacidad de expresión se basa en el tipo de manejo de esta herramienta tan rica y poderosa que es el lenguaje.

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