Uruguayas

lunes, 30 de mayo de 2011

Actividad 13

SOY ELEGANTE

Salto la cerca. Tanteo el bolsillo. Una punta sobre la piel. La ganzúa.
Pruebo. Fuerzo. Vuelvo a probar, con más ganas. Entro. Nadie. Estaba previsto. Ni un ruido. Mejor. El aparador. Porcelanas. El armario. Papeles, rápido. La cómoda. Ropa. La estantería. Un cenicero sucio. Olor, olor, ¿olor a qué? Cuatro cajas. Nada. Otro armario. Muy poco. Dos libros. Dibujos infantiles. Un portarretratos. La mujer de uniforme, el tipo un ganso. Los cajones. Revuelvo. Porquerías. Me cago en diez. Quinientos pesos. Al fin. Un ruido. Me vuelvo. Es afuera. Alguien. Timbre. La puerta. Si entra lo fajo.
Ahora el teléfono. Mierda. Otra vez el timbre. Que espere sentado. Se va.
Pero el teléfono no. Sigue. Descuelgo. Holaaaa, dice la voz. Cuelgo. Camino hacia la cocina. Otro armario. Trancado. Palanca. Salta la cerradura.
Alimentos. Whisky. Dale. El baño. La bañera. Pelos, asquerosos. El botiquín.
Frasquitos y un paquete. Dinero grosso. Ja. Se jodieron. Ahora sí. El perro del vecino. Se dio cuenta. Cómo ladra. Abro la heladera. Un chorizo colorado. Lo tiro al patio. Se terminaron los ladridos. Me voy. Soy elegante.


Eduardo Alvariza

Eduardo Alvariza nació en Montevideo en 1959. Licenciado en psicología en 1984, vivió en Madrid entre 1988 y 1990. Escribió sobre cine en el semanario Jaque y lo sigue haciendo en el semanario Búsqueda, donde trabaja desde 1990. También publicó en las revistas Relaciones y Punto y aparte. En 1994 publicó el libro de cuentos Rojo del cielo (primer premio del concurso de inéditos de la Intendencia Municipal de Montevideo).En Ayer escuché a Miles (2001) mezcló la ficción con la autobiografía. Sus cuentos han sido incluidos en diversas antologías. Los textos de esta página pertenecen al libro inédito Mecanismo a válvula.

Actividad

     1)      ¿Qué puedes deducir sobre el narrador? ¿Quién es? ¿Qué está haciendo?
2)      ¿Qué relación guarda el título con el texto? ¿Por qué terminará con ese enunciado?
3)      Delimita todos los enunciados.¿Cuántos hay?
4)      Señala con un arco rojo por encima todos los verbos conjugados.
5)      Subraya con azul todos los enunciados frase.
6)   Señala con paréntesis curvo los enunciados oracionales.
7)  Transcribe los enunciados en negrita. Delimítalos, identifica el núcleo y señala los términos adyacentes verbales. Si te animas, señala qué tipo de adyacentes son.

domingo, 29 de mayo de 2011

El Sujeto Léxico

(antes de este artículo, lee "La oración: sujeto y predicado" en este mismo blog)
http://ventanadelojoquevuela.blogspot.com/2011/05/la-oracion.html 

  • El sujeto léxico es un término adyacente verbal.
  • El significado de la palabra “léxico” es Vocabulario, conjunto de las palabras de un idioma” (según la RAE). De manera que “sujeto léxico” significaría algo así como “sujeto palabra” o “palabra que refiere al sujeto”.
  • Sujeto es la función sintáctica que cumple el sustantivo o sintagma nominal que concuerda en persona y número con el núcleo verbal.
  • Por esta razón, el sujeto léxico es el adyacente verbal que está más estrechamente relacionado con el núcleo verbal.
  • La relación entre el sujeto léxico y el sujeto gramatical (ubicado en el morfema flexivo del verbo nuclear) se manifiesta por medio de la concordancia en persona y número.
  • El sujeto es una función sintáctica. Se define únicamente por la concordancia en persona y número con el verbo nuclear y no por el significado que posea. Cuando analizamos el sujeto desde lo que significa estamos trabajando desde un nivel semántico.


Funciones semánticas del sujeto

  • Con los verbos que expresan acción  voluntaria física o mental el sujeto tiene la función semántica de agente.
  • Con los verbos que expresan estados (poseer, parecer, ser) el sujeta no realiza una actividad voluntaria sino que aparece simplemente involucrado en una situación, es neutro.
  •  Con los verbos que expresan procesos (sufrir, asombrarse, envejecer) el sujeto cumple la función semántica de experimentador o paciente de un proceso no voluntario.

¿Cómo asegurarme que estoy frente al Sujeto Léxico?

           Basta con modificar el número gramatical del término que consideramos que es Sujeto Léxico. Si leemos el enunciado y consideramos que es agramatical (con error sintáctico) estamos en condiciones de asegurar que es, en efecto, el Sujeto. De lo contrario, si el enunciado cambia de sentido pero sigue comunicando una idea coherente, el término seleccionado no es el Sujeto. Veamos los siguientes ejemplos.

          Lee con atención los enunciados que aparecen a continuación. Se ha marcado en negrita el núcleo de cada enunciado. Todos son oracionales.

a)    El niño escribe una carta.
b)    Ella siente los disparos.
c)    Ella fue atacada por los asaltantes.
d)    A los niños le gustan los helados.

  • En el ejemplo a) directamente vamos a señalar que el Sujeto Léxico es “El niño”. En este caso coincide que es “la persona que realiza la acción”.
  • En el segundo ejemplo, no deberíamos dudar en señalar al pronombre personal femenino como Sujeto Léxico. Sin embargo, en este caso no corresponde con “la persona que realiza la acción” ya que sentir es algo que se experimenta, no se realiza. Los que de alguna manera realizan algo son los disparos, o los responsables de haberlos disparados, pero no se mencionan en el enunciado.
  • El ejemplo c) tiene como núcleo una perífrasis verbal. Las personas que realizan la acción de atacar son los asaltantes, sin ninguna duda. Sin embargo, el núcleo verbal tiene número singular. En plural sería: fueron atacados. El pronombre Ella está en singular. Observen qué sucede si le cambiamos el número: “Ellas fue atacada por los asaltantes”. La oración es agramatical, es necesario que el pronombre CONCUERDE con el número del núcleo verbal. De manera que el Sujeto es Ella.
  • Finalmente, el último enunciado es un ejemplo clásico para no caer en un error común. La pregunta se vuelve compleja ¿Quién realiza la acción de gustar? La mayoría se inclina en señalar que el Sujeto es “Los niños” ya que son ellos los que toman los helados. Sin embargo, si cambio el número y escribo: “Al niño le gustan los helados” ¿obtengo una estructura agramatical? En absoluto. El enunciado sigue teniendo sentido, de manera que “Los niños” no es el Sujeto. ¿Cuál es entonces? Probemos con “los helados” cambiándole el número: “A los niños le gustan el helado”. ¿Es sintácticamente correcta? No, no lo es. Es una estructura agramatical. Por ende, el Sujeto es “los helados”.


Bibliografía
  • Alarcos Llorach, Emilio. “Gramática de la Lengua Española”. Espasa Calpe, España, 1994.
  • Bosque Muñóz, Ignacio, y otros autores. “Lengua Castellana”. Ediciones Akal, Madrid, 1998.
  • Centanino, Ivanna; Roselli, Anna; Savio, Andrea. “Nuevo Mundo de Palabras”. Ediciones Fin de Siglo, Montevideo, 2007.
  • Centanino, Ivanna; Roselli, Anna; Savio, Andrea. “Otro Mundo de Palabras”. Ediciones Fin de Siglo, Montevideo, 2010.
  • Diccionario de la Real Academia Española. http://www.rae.es/rae.html

VERBO

LA ORACIÓN
Sujeto y Predicado

Introducción
          La oración, a diferencia del enunciado, es una unidad sintáctica. De manera que se define por la relación establecida entre las palabras y no por el sentido que posea.
Recordemos que el enunciado es una unidad de comunicación, y se define por el sentido que cobra dentro de un contexto.
La oración es una unidad teórica.
El enunciado es una unidad práctica.

¿Qué es la oración?
           La oración es un concepto clásico de la gramática. Si bien, el estudio de la lengua ha tenido hasta entonces varias posturas al respecto, siempre se ha mantenido cierta esencia conceptual.
           Cuando hablamos de oración, nos referimos a la relación que se establece entre dos términos tradicionales: el sujeto y el predicado. La oración se manifiesta cuando ambos elementos aparecen y se relacionan.
           La relación entre el sujeto y el predicado se denomina predicación o relación predicativa.


El sujeto
Dado que hemos definido a la oración como una unidad sintáctica, los elementos que la componen deben establecerse como unidades gramaticales, no léxicas.  Es decir, no debemos pensar que el sujeto es una “persona”, más bien, debemos esperar al sujeto en “algo” que se comporte como sustantivo.
           Tampoco debemos pensar que ese “algo” es el que realiza la acción, por dos motivos:
1)    Puede no ser el responsable de lo designado por el verbo, si éste manifiesta una acción.
2)    Puede ser que el verbo no represente una acción sino un estado, proceso, etc.

      En definitiva, es un error entender el sujeto como “la persona que realiza la acción del verbo”.
            Hallaremos al sujeto como una palabra con función sustantiva o pronominal que posea información de persona y número gramatical concordante con la del núcleo verbal.

El predicado
            El predicado aparece al aportarle información al sujeto. Tradicionalmente se ha entendido necesaria la presencia de un verbo conjugado en el predicado, de manera que a través de la información de persona y número de éste, se relacionan las dos partes.
            En el predicado se manifiesta lo que se dice del sujeto.

"Ambos elementos están a un mismo nivel gramatical: el sujeto existe en tanto haya un predicado, y viceversa".

La oración en el verbo

Una de las posturas con las que se trabaja en Secundaria es la del gramático Emilio Alarcos Llorach quien sostiene que dentro del verbo podemos encontrar sujeto y predicado.
Veamos el verbo “estudiamos”. Como todo verbo posee dos morfemas: el morfema base (llamado también raíz léxica) y el morfema flexivo (llamado también terminación).


El morfema base es el que presenta la información léxica de la palabra. Si cambia, el significado de la palabra será otro. Por ejemplo, si “estudi” cambia en “estudiamos” por el morfema “cant”, se formaría una palabra con un significado completamente diferente (“cantamos”), por más que conserve el morfema flexivo “amos”.
El morfema flexivo es el que presenta la información gramatical: persona, número, tiempo, aspecto, modo, entre otros. Por esta razón, si bien “cantamos” y “estudiamos” son dos palabras diferentes, con significados distintos, al poseer el mismo morfema flexivo tienen la misma información gramatical: 1era persona del plural, tiempo pretérito perfecto simple (o presente, según el contexto), modo indicativo, etc.


Pues bien, Alarcos planteaba que como el morfema flexivo presentaba información de número y persona gramatical teníamos indirectamente un pronombre personal.

Si analizamos la oración “Nosotros estudiamos”, no dudaremos en indicar que el sujeto es “Nosotros”. Sin embrago, si solo analizáramos “Estudiamos”, ¿quién dudaría que “Nosotros” no es el sujeto? El pronombre se deriva de la información gramatical que nos proporciona el verbo. De manera que Alarcos vio en el morfema flexivo un sujeto gramatical.

Por otra parte, el morfema base nos dice algo del sujeto gramatical, predica una acción, estado, proceso, etc. De manera que en el morfema base vio el predicado.

Finalmente, como todo verbo conjugado tiene estas dos partes, Alarcos entendió que solo el verbo conjugado me basta para definir una oración, porque posee las dos partes fundamentales: el sujeto y el predicado.  

Por esta razón, el verbo será el núcleo de la oración. El resto de los términos que acompañan al verbo en el enunciado funcionan aportando información. Alarcos los llamó Términos Adyacentes Verbales.



Bibliografía
Ø  Alarcos Llorach, Emilio. “Gramática de la Lengua Española”. Espasa Calpe, España, 1994.
Ø  Bosque Muñóz, Ignacio, y otros autores. “Lengua Castellana”. Ediciones Akal, Madrid, 1998.
Ø  Centanino, Ivanna; Roselli, Anna; Savio, Andrea. Nuevo Mundo de Palabras”. Ediciones Fin de Siglo, Montevideo, 2007.
Ø  Centanino, Ivanna; Roselli, Anna; Savio, Andrea. “Otro Mundo de Palabras”. Ediciones Fin de Siglo, Montevideo, 2010.
Ø  Diccionario de la Real Academia Española. http://www.rae.es/rae.html

martes, 10 de mayo de 2011

Actividad 12

Tema central de "A la deriva"


El tema central del cuento “A la deriva” es la lucha del hombre por sobrevivir, la agonía. Esta palabra proviene de la griega “agón” que significa lucha. Esta lucha desesperada por ganarle a la muerte unos instantes más de vida, por no entregarse aunque todas las circunstancias estén así dadas. La naturaleza, marco de este cuento, no será otra que el verdugo y la tumba de un hombre, que nada puede hacer en su soledad contra la muerte. La naturaleza será su discreto enterrador.
Fuente: Prof. Paola De Nigris


Luego de leer el fragmento anterior que señala el tema central del cuento de Quiroga, reflexiona ante las siguientes afirmaciones y establece si son Verdaderas o Falsas. En caso de ser Falsas, deberás fundamentar. Recuerda que debes basarte únicamente en este fragmento.

1.       La palabra “agón” proviene del término griego que significa “agonía”.
2.       El tema central del cuento es la lucha del hombre contra su destino.
3.       El tema central del cuento es la lucha del hombre contra la muerte.
4.       El tema central del cuento es la lucha del hombre contra sobrevivir.
5.       Este cuento posee como marco la naturaleza y, principalmente al hombre como protagonista.
6.       La naturaleza matará al hombre.
7.       La naturaleza enterrará al hombre.
8.       El hombre es consciente de que no tiene salida, pero igual lucha.
9.       El hombre no es consciente de que no tiene salida, por eso lucha.
10.   El hombre lucha contra la muerte porque le tiene miedo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Actividad 11

A continuación te presento un grupo de doce títulos de obras literarias. Tu tarea consistirá en clasificarlas como unidades sintácticas en las siguientes estructuras:

A) Frase
B) Enunciado Oracional
C) Oración Compleja
D) Grupo Oracional


1)      No robarás las botas de los muertos. (Mario Delgado Aparaín)
2)      El general en su laberinto. (Gabriel García Márquez)
3)       La vida es sueño. (Pedro Calderón de la Barca)
4)      A orillas del río piedra me senté y lloré. (Paulo Cohelo)
5)      Las puertas de la percepción. (Aldous Huxley)
6)      Nos han dado la tierra. (Juan Rulfo)
7)      España, aparta de mí este caliz. (César Vallejo)
8)      Dejemos hablar al viento. (Juan Carlos Onetti)
9)      Cuentos de amor, de locura y de muerte. (Horacio Quiroga)
10)  Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo. (Mario Levrero)
11)  Nadie encendía las lámparas. (Felisberto Hernández)
12)  El jardín de los senderos que se bifurcan. (Jorge Luis Borges)


Luego, y de igual manera como lo has hecho en actividades anteriores, deberás proceder a extraer las sílabas correspondientes de la grilla. Si clasificaste las estructuras correctamente, podrás leer otro título, esta vez de una novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
En tu cuaderno deberás anotar los doce títulos, identificando en cada uno el o los núcleos correspondientes además del nexo subordinante (en el caso que apareciera). Finalmente, copiarás el título de la obra escondida en la grilla.



A
B
C
D
1
LAS
EL
VEIN
LAS
2
CO
A
TE
LE
3
MA
RO
VE
GUAS
4
MA
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TU
NEL
5
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