Categoría gramatical
o
información gramatical de las palabras
Además de la información léxica
que presenta la raíz, las palabras presentan otros valores que en clase
identificamos: el género, el número, la persona, el tiempo y el modo.
El género gramatical
El género es una propiedad gramatical de los sustantivos
y de algunos pronombres que incide en la concordancia con los determinantes,
los cuantificadores y los adjetivos o los participios.
Los rasgos de género y número de
los adjetivos y de otros modificadores del sustantivo carecen de interpretación
SEMÁNTICA y constituyen únicamente marcas de concordancia.
Atendiendo al género, los
sustantivos se clasifican en MASCULINOS y FEMENINOS. Con muchos sustantivos que
designan seres animados, el género sirve para diferenciar el sexo del referente
(gato/gata; niño/niña; presidente/presidenta). En el resto de los casos, el
género de los sustantivos es una propiedad gramatical inherente, sin conexión
con el sexo. Su terminación no siempre pone de manifiesto el género que les
corresponde. Por ejemplo: césped y pared son respectivamente, masculino y
femenino, como indican los elementos subrayados “el césped”, “la
pared”.
El número
gramatical
El
número es una propiedad gramatical característica de los sustantivos, los
pronombres, los adjetivos, los determinantes (en el sentido amplio, que abarca
los cuantificadores) y los verbos. Se presentan en dos formas: SINGULAR (árbol,
quien, grande, este, come) y PLURAL (árboles, quiénes, grandes, estos, comen).
En el caso de los sustantivos y los pronombres, el número es informativo,
puesto que permite expresar si se designan uno o más seres; en el resto de los
elementos con flexión de número, es una manifestación
de concordancia.
La persona
gramatical
La
expresión persona gramatical tiene dos interpretaciones estrechamente
relacionadas. Puede aludir a las personas del discurso, en el sentido de los
participantes del acto verbal: el que habla (PRIMERA PERSONA), aquel a quien se
habla (SEGUNDA PERSONA) y aquel o aquello de lo que se habla (TERCERA PERSONA).
En otras palabras podríamos relacionar las personas gramaticales con los
elementos básicos de la comunicación:
·
EMISOR --> PRIMERA PERSONA
·
RECEPTOR -->
SEGUNDA PERSONA
·
REFERENTE --> TERCERA
PERSONA
En un segundo
sentido, el término persona puede
referirse a los rasgos de la flexión verbal correspondientes al sujeto. Así, se
dice que cantamos es un verbo en
primera persona, mientras que canta o
llueve están conjugados en tercera.
Los tiempos verbales
Los verbos proporcionan
indicaciones acerca del tiempo gramatical en el que se produce el evento. Hay
palabras que se refieren al tiempo por su significado, es un tiempo
cronológico: “hoy”, “mañana”, “siempre”, etc. En cambio, el verbo agrega a su
significado la indicación de tiempo mediante un cambio en su terminación.
Ese tiempo del verbo no es
cronológico, es gramatical, porque está en relación con las circunstancias en
que se usa el lenguaje. Por ejemplo, en general se puede decir que el uso del
tiempo presente indica que el evento se realiza en el mismo momento en que se
está usando el lenguaje: “Suena el teléfono” (ahora, mientras hablo). Existe
también indicaciones de anterioridad: “Sonaba el teléfono” (en otro momento
anterior a este que hablo). Para eso se usan los tiempos llamados pretéritos.
La indicación de posteridad se da mediante los tiempos futuros: “Sonará el
teléfono” (luego de este momento).
El presente
El tiempo presente se refiere, en
general, al momento en que se habla o se escribe. Es propio de los relatos
deportivos: “El arquero ataja la pelota y la lanza al centro de la cancha”. Se
denomina a esta forma presente habitual o PRESENTE ACTUAL. Pero se lo usa
también para indicar otros significados, que son los aspectos que puede
adquirir el tiempo presente. Puede usarse como:
a)
Para indicar que lo que se dice es general o
inmutable. Se llama presenta científico, de definición o PRESENTE CONTÍNUO. Es
el presente que se usa en el discurso científico y en cualquier discurso que
comunique conocimiento. Ejemplos:
i.
Dos más dos son cuatro.
ii.
Las plantas realizan la fotosíntesis.
b)
Para indicar hechos que no han tenido lugar,
pero que están planificados, o bien que son inevitables. Es un presente con
valor de futuro:
i.
En enero viajo a Chile.
ii.
Las elecciones son en octubre.
c)
Para indicar hechos que se repiten usualmente.
Se llama presente habitual.
i.
Juan toca el violín cuatro horas por día.
El pretérito imperfecto
Entre los numerosos pretéritos
que tiene el modo indicativo, se usa el imperfecto en los siguientes casos:
a)
Para indicar que el hecho o evento nombrado por
el verbo tiene una cierta duración en el tiempo o se repite (pasado habitual).
Se llama imperfecto de duración o de repetición:
i.
Leía debajo de un árbol. (Duración)
ii.
Todos los días iba a nadar. (Repetición)
b)
Para indicar que un hecho o evento está
comenzando o está por ocurrir:
i.
Ya salía. (Equivale a “Estaba por salir”).
c)
Para mencionar algunos hechos en las
narraciones. En estas, los hechos principales aparecen en pretérito perfecto
simple (ver más adelante), y el imperfecto se usa para mencionar hechos
complementarios. Puede usarse para:
i.
Hacer descripciones de la situación en que se
produce el hecho principal. “No se
divisaba en la extensión del río ni una lancha a motor para proporcionarle
remolque. Ni siquiera en las orillas se veía un ser humano”.
ii.
Dar información y explicaciones al lector acerca
de situaciones, sentimientos de los personajes, etc. “Mi amiga subió al auto; yo me sentía muy insegura mientras que ella
parecía perfectamente en calma”.
El pretérito perfecto
simple
El
pretérito perfecto simple indica una acción puntual que se realizó en el pasado
y que finalizó. No se repitió, no tuvo duración y sus efectos no llegan hasta
el presente. Por esa razón, es el pretérito más usado.
En las
narraciones, el pretérito perfecto simple marca los hechos principales y
puntuales, mientras que las acciones secundarias, las explicaciones y las
descripciones aparecen en pretérito imperfecto.
i. “Mi amiga subió al auto; yo me sentía muy insegura mientras que ella
parecía perfectamente en calma”.
El pretérito
pluscuamperfecto
Este
pretérito se usa en textos donde aparecen el perfecto simple y el imperfecto. Estos
dos últimos tiempos indican hechos pasados y el pluscuamperfecto indica hechos
que ocurrieron en un tiempo pasado anterior al pasado del perfecto y del
imperfecto. Pluscuamperfecto significa “más que perfecto”, es decir, un evento
totalmente terminado, anterior a otro también terminado. Así, “El presidente
habló por televisión” es un evento pasado, pero si se quiere mencionar otro
hecho o evento que ocurrió antes de que le presidente hablara, hay que usar el
pretérito pluscuamperfecto. Ejemplo:
i.
El presidente habló por televisión, pero antes había hecho declaraciones a diarios del
P.P.S. P. pluscuamperfecto
exterior.
El futuro simple
Este
tiempo ubica el evento en un momento posterior al momento del habla. Por
ejemplo: “Mañana mi iré temprano”. Sin embargo, tiene algunos otros usos que no
indican acción posterior:
a)
Para indicar una acción obligatoria. Suele aparecer
en los reglamentos e indicaciones para el comportamiento profesional. Se llama
futuro de obligación.
i.
Todos se presentarán en hora y deberán vestir
guardapolvo blanco.
b)
Para indicar cierta incertidumbre con respecto a
un hecho futuro de probabilidad. Ejemplo:
i.
Serán como las diez.
ii.
Juan estará en casa ya.
En el castellano de España, el
hecho de que un evento se producirá en un momento posterior se expresa con este
tiempo que hemos desarrollado aquí, llamado futuro simple del indicativo: “Me
parece que más tarde lloverá”.
Sin
embargo, en el castellano que se habla en otros países, especialmente en el Río
de la Plata, el tiempo posterior se expresa mediante una frase verbal: verbo “ir”
en presente + preposición “a” + infinitivo: “Creo que más tarde va a llover”.
Esta forma recibe el nombre de perífrasis de futuro.
Bibliografía
- "Gramática del español para maestros y profesores del Uruguay", Ángela di Tullio- Marisa Malcuori. ANEP, ProLEE. Montevideo, 2012
- "Una gramática para todos", Marta Marín. Voz activa-Tinta fresca ediciones. Bs. As., 2013.
- "Nueva gramática de la lengua española", R.A.E.-ASALE. Grupo Editorial Planeta. Argentina, 2010.