Uruguayas

domingo, 3 de abril de 2011

Actividad 10

Ejercicio de escritura

Para comprender textos literarios ¿me sirve crear textos literarios?

Observa el cuadro de Salvador Dalí, "Canibalismo otoñal". Deja volar tu imaginación, deja que tu ojo vuele y crea un texto a partir de la imagen.
A modo de ejemplo observa este otro cuadro y el texto que escribí liberando mi ojo. Disfrútalo, es divertido.








"La soledad en la vejez es una playa desierta. Ella reza junto a él que aguarda la muerte. No entiendo por qué la gente la espera resignada, sin darle una revancha a la vida que está ahí, en el mar. Un padre le muestra a su hijo la grandeza de los ancianos que son una reliquia pero se sienten ruinas. El niño se inflama de asombro, le sorprende la grandeza y la belleza de las dos figuras que se alzan en la arena. El padre espera que su hijo aprenda lo que no pude enseñarle: la importancia de la lucha diaria. Solo los pájaros que vuelan alto saben la enorme tristeza que hay en la cima de los gigantes".


Canibalismo otoñal. Salvador Dalí.

sábado, 2 de abril de 2011

Los géneros literarios

 El concepto de género se ha ido conformando históricamente.

Se entiende por género un conjunto de constantes retóricas (forma de escribir atendiendo a lo persuasivo o estético) y semióticas (relativo a sentidos y significaciones) que identifican y permiten clasificar los textos literarios.

Los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su contenido.

Puede resultar sorprendente que aún se utilice la primera clasificación de los géneros, debida a Aristóteles, quien los redujo a tres: épica, lírica y dramática.
Hoy se mantiene esencialmente la misma clasificación con distintos nombres (narrativa, poesía y teatro), pero la evolución de los gustos y modas estéticas ha provocado que en muchos textos modernos resulte difícil fijar rígidamente los límites entre lo puramente lírico, lo narrativo o lo dramático.
   
1) GÉNERO LÍRICO: Los textos líricos expresan el mundo subjetivo del autor, sus emociones y sentimientos, o una profunda reflexión. Suele escribirse en verso pero también se utiliza la prosa.

2) GÉNERO ÉPICO: Relata sucesos que le han ocurrido al prtagonista. Es de carácter sumamente objetivo. Su forma de expresión fue siempre el verso, ahora se utiliza la prosa.

3) GÉNERO DRAMÁTICO: Obras escritas en forma de diálogo y destinadas a la representación. En ellas el autor plantea conflictos diversos. Pueden estar escrito en verso o en prosa.

1)    Subgéneros Líricos

Oda: Composición lírica en verso, de cierta extensión y de tema noble y elevado.

Himno: Composición solemne que expresa sentimientos patrióticos, religiosos, guerreros...


Elegía: Composición lírica que expresa sentimientos de dolor ante desgracias individuales o colectivas.


Égloga: Composición poética de sentimientos amorosos y de exaltación de la Naturaleza, puesta en boca de pastores.


Canción
: Expresa habitualmente emociones de tipo amoroso.

Sátira: Composición lírica, en verso o en prosa, que censura vicios individuales o colectivos.


Epigrama: Poema mordaz, agudo y conciso, generalmente escrito en verso. En Roma se desarrolló el epigrama como una breve sátira en verso que acababa con alguna expresión punzante. Desde el Renacimiento italiano, el epigrama adopta en la poesía occidental la forma del soneto. Las greguerías de Gómez de la Serna y los proverbios de Machado, pueden ser considerados modernos ejemplos de epigramas.

2)    Subgéneros Épicos

La epopeya: Narra una acción memorable y de gran importancia para la humanidad o para un pueblo.

Poema épico: Relata hazañas heroicas de un héroe nacional con el propósito de exaltar los valores de la nación. Los creados en la Edad Media se conocen como Cantares de gesta; de tradición oral, se componían para ser cantados por juglares o por los propios trovadores.


El romance: Narración en versos octosílabos con rima asonante en los pares, que describe acciones guerreras, caballerescas, amorosas...


La fábula: Relato en prosa o en verso de una anécdota de la cual puede extraerse una consecuencia moral o moraleja; sus personajes suelen ser animales.


La epístola: también escrita en verso o en prosa, expone algún problema de carácter general.

Entre los subgéneros narrativos en prosa encontramos:

El cuento: Narración breve de un suceso imaginario y con argumento muy sencillo. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en una sola acción con un solo foco temático. Aunque tradicionalmente poseía una intención moralizante, hoy su finalidad suele ser provocar en el lector una respuesta emocional.

Apólogo: Relato breve de finalidad didáctico-moral.


La leyenda: Narración breve basada en un relato tradicional de carácter misterioso, sobrenatural o terrorífico.


La novela: Su auge en los siglos XIX y XX ha sido tal, y sus variantes tan dispares, que resulta difícil una definición rigurosa. Suele entenderse por novela una narración extensa en prosa, con personajes y situaciones reales o ficticios, que implica un conflicto y su desarrollo que se resuelve de una manera positiva o negativa. Es un relato largo, aunque de extensión variable, con un argumento mucho más desarrollado que el del cuento. Y, a diferencia de lo que sucede con el cuento, al lector le importa no sólo lo que ocurre a los personajes, sino también lo que piensan y sienten, cómo evolucionan espiritualmente y cómo influye en ellos la sociedad donde viven. Su estructura es muy variable.
Existen varios tipos de novelas: realista, histórica, picaresca, intelectual, psicológica, policíaca, terror, ciencia-ficción, gótica, rosa, sentimental, pastoril, caballerías, picaresca...

3)    Subgéneros Dramáticos:

La tragedia: Es la representación de terribles conflictos entre personajes superiores y muy vehementes, los cuales son víctimas de un destino ineludible; suele acabar con la muerte del protagonista.

La comedia: Es la representación, a través de un conflicto, del aspecto alegre y divertido de la vida, y cuyo desenlace tiene que ser feliz.


El drama: Es la representación de problemas graves, con intervención, a veces, de elementos cómicos, y su final suele ser sombrío.


Ópera: Composición dramática, en la que los personajes cantan íntegramente sus papeles, en lugar de recitarlos.


Zarzuela: Obra literario-musical, genuinamente española, en la que se combinan escenas habladas y cantadas. Suele reflejar vivos cuadros de costumbres, preocupaciones populares, sátiras políticas.


Paso, entremés y sainete: Piezas breve en un acto, en prosa o en verso, de tema ligero. El origen del sainete se encuentra en la tradición popular y posee un humor festivo y picaresco. Solía representarse en los entreactos de obras mayores. El sainete deriva del entremés y del paso y acentúa lo humorístico y popular de este último.


Auto sacramental: Obra de carácter alegórico que trata sobre un dogma de la Iglesia católica y tiene como fondo la exaltación del sacramento de la Eucaristía.


Melodrama: Nombre que en el siglo XIX recibían determinadas obras dramáticas de tipo folletinesco, convencional, caracterizadas por sus fáciles concesiones a un público sensiblero.

Sobre la Generación del 900

Los tiempos estaban cambiando 

Si se trata de hablar de ese movimiento tan importante que fue para nuestras letras la Generación del ’900, es imprescindible también expresar algunas palabras acerca de cómo Uruguay fue transformándose en los últimos años del siglo XIX y en los primeros del XX.
En 1876 José Pedro Varela publica un libro llamado “La legilsación escolar” y, en cierto pasaje del mismo, el autor plantea que es imposible establecer una educación de calidad en una sociedad como la uruguaya considerando los problemas que tenía por esos años. Varela es claro: no se podían establecer escuelas y hacer que la educación cumpliera su papel adecuadamente si se vivía en un país en el que la guerra y la violencia eran una cosa de todos los días. Y así era: desde la independencia del país a la fecha en que Varela escribe eso, se sucedieron dieciséis revoluciones que enfrentaron a blancos y colorados por quedarse con el poder. Varela dice que la guerra era el estado natural de nuestra república y que los años de paz o de relativa tranquilidad eran muy pocos.



¿Y por qué toda esta historia previa para hablar de la Generación del ’900? Por lo siguiente…

Porque Uruguay cambió, y cambió mucho en un período relativamente breve de su historia. El pasaje del siglo XIX al XX trajo la “modernización” en muchos aspectos: las comunicaciones, las costumbres, la tecnología, la moda, y, por supuesto, las expresiones culturales todas.
Sobre fines del XIX nació en América un movimiento literario denominado Modernismo (para muchos con la aparición del libro “Azul…”, de Rubén Darío, en 1888). El Modernismo es parte de ese impulso de renovación que se vivía en la época, y en cuanto a las obras de los escritores modernistas, en ellos predominaba la búsqueda de la innovación tanto en el uso del lenguaje como en los temas que abordaban. Los modernistas pusieron especial atención en la elaboración del lenguaje que utilizaban, caracterizándose el mismo por la riqueza y la musicalidad en la elección de las palabras. La pasión por lo nuevo también los llevó a interesarse por lo profundamente americano, por buscar un modo de expresión, un modo de decir las cosas que representara realmente a América, y que la distinguiera de la cultura europea.
En nuestro país, los seguidores del Modernismo fueron los integrantes de la Generación del ’900, poetas como Julio Herrera y Reissig, Delmira Agustini, María Eugenia Vaz Ferreira o Roberto de las Carreras; narradores como Horacio Quiroga, Carlos Reyles o Javier de Viana; dramaturgos como Florencio Sánchez; pensadores como José Enrique Rodó o Carlos Vaz Ferreira.
Hablar del ’900 uruguayo es hablar de una ruptura en nuestras letras, es hablar de la aparición de un grupo de escritores como no había tenido este país hasta esa época. También, a primera vista puede pensarse que todos estos autores tenían estilos y temáticas similares. Sin embargo, si bien en todos estaba la preocupación por la novedad y por la renovación de la expresión (como en el Modernismo), puede notarse una gran variedad de enfoques.
Dicho ánimo de ratificar la novedad y los desafíos de un mundo nuevo puede verse en el pensamiento de José Enrique Rodó, en obras suyas como “Ariel” o “La vida nueva”. Casi podría decirse que en esos libros hay un tono esperanzador.
¿Pero qué sucede si pasamos a Florencio Sánchez? En las obras de teatro de Florencio predomina la fuerte crítica social, demostrando a veces de manera muy fuerte la tristeza y el desamparo en el que vivía mucha gente.
Y los ejemplos pueden seguir. En Julio Herrera y Reissig vemos la fineza en el trabajo de cada verso, buscando una máxima persuasión en el lector a través de la musicalidad y la evocación de imágenes. Herrera y Reissig fue un poeta interesado además por la novedad de lo exótico. Su amigo, el también poeta Roberto de las Carreras, fue una personalidad extrema y polémica para el Montevideo de la época. Él estaba a favor de la liberación sexual y de la libre expresión de la sexualidad, lo que chocaba con la dura moral de esos años, llena de prejuicios y costumbres que iban quedando en desuso. En este último caso vemos dos de los temas que inquietaron a la Generación del ’900: el sexo y la moral.
Para citar otro ejemplo, otra poeta, Delmira Agustini, incluye en sus versos un fuerte contenido erótico y una defensa de los derechos de la mujer al placer sexual. Es por esto que podemos volver a hacer hincapié en lo de la renovación. Poetas como Herrera y Reissig, de las Carreras o Agustini se adelantaron a su época; ellos sintieron que vivían en una sociedad que se había quedado vieja en su moral, en sus costumbres, en su manera de observar el mundo y sus cambios; por eso plantearon a través de sus obras la posibiliad de una “nueva mirada”, aunque hayan sufrido el desprecio de los demás por eso. Otro escritor, Carlos Reyles, en su novela “La raza de Caín”, toma también este tema narrando la vida de unos personajes jóvenes que entran en la adultez sintiendo que no encajan con los valores de la sociedad en la que están.
Pero hablar de la Generación del ’900 es hablar de un fenómeno muy complejo y más extenso, donde entran por ejemplo autores que se preocupan por lo gauchesco, como el mismo Carlos Reyles o Javier de Viana. Incluso el mismo Horacio Quiroga es un caso especial en este conjunto de escritores, ya que al irse tan pronto de Montevideo (luego de matar accidentalmente a su amigo Federico Ferrando en el año 1902), se instala en Buenos Aires, por lo que pierde mayor contacto con los autores del ’900 uruguayo. Además, el encuentro con la selva del norte argentino fue para este escritor un giro inesperado en su manera de escribir. Sin embargo, Quiroga no deja de ser (aunque raro) un hijo de su época, y pueden encontrarse ejemplos de sus cuentos en los que el lenguaje recuerda la manera de escribir de los Modernistas, de los integrantes de su generación.

Fuente: blog de literatura del prof. Damián, de  Maldonado

De autores y generaciones...

Son los emisores de los textos y por lo tanto los encargados de comunicarnos un mensaje a nosotros, lectores-receptores.
Estos autores suelen compartir y debatir con otros autores, que comparten ciertas características (como por ejemplo proximidad entre los años de nacimiento)

Así llegamos al concepto de generación: conjunto de personas que por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos.

A su vez profundizaremos más aún en este concept. De acuerdo a lo literario: es un grupo de escritores, vinculados por una serie de ideologías y de estilos en un margen determinado de tiempo (generalmente quince años, aproximadamente). A este tipo de generación se le denomina Generación Literaria

Para que una generación literaria sea reconocida como tal, deben cumplirse una serie de premisas:

  • Proximidad entre los años de nacimiento (aproximadamente quince).
  • Formación intelectual semejante.
  • Convivencia personal.
  • Empleo peculiar del idioma, claramente diferenciados respecto a los de la generación precedente. 

Fuente: http://generacion900.blogspot.com/2009/09/de-autores-y-generaciones.html
(Con modificaciones)

Actividad 9



LA HIJA DEL FLETERO

La hija del fletero, linda infinita, 
volvió a Madrid, donde parece que es feliz.
Ese día me mandó al descenso.
Recuerdo cómo su mirada me volteó.

Pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa.
¡Ay! Si pudieras recordar sin rencor.

En mi buzón hay un par  de cartas suyas,
fueron juntándose y no tengo el valor…
Todavía su amor me da descargas
(nunca tuvo un higo seco junto a mí).

Pero a los ciegos no le gustan los sordos
y un corazón no se endurece porque sí.

No calentás la misma cama por dos noches,
me reclamaba y no le quise oír.
Hice de todo por impresionarla
y dejé huérfano todo su penar.

Pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa.
¡Ay! Si pudieras recordar sin rencor.

No me gustó cómo nos despedimos,
daban sus labios rocío y no bebí.
Sopa de almejas es todo lo que como
(siempre fui menos que mi reputación).

Patricio Rey y sus Rendonditos de Ricota




ACTIVIDAD DE COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN

¡Para interpretar siempre debemos basarnos en el texto!

Explica de qué trata esta canción. Para ello puedes orientarte con las preguntas y crear un texto que explique la letra o simplemente respóndelas.

1) ¿Quiénes son los personajes del texto? ¿Qué relación existe entre ellos?
2) ¿Cuál es el problema que se plantea? ¿Cuál fue la causa? ¿Cuál fue la consecuencia?

Algunas palabras y frases a las que les debes prestar atención:

  •  Flete: … lleva y trae, va de un lado a otro, es algo que no está fijo.
  • Descenso: … caer, perder.
  • “Nunca tuvo un higo seco junto a mí”: ¿Qué es un higo? ¿Con qué se lo puede asociar? ¿Qué se hace generalmente con él? Estando con él nunca tuvo uno seco.
  • “… y un corazón no se endurece porque sí”: hay una razón entonces, ¿cuál es?
  • “No calentás la misma cama por dos noches”: ¿Qué le reclamaba en definitiva?
  • “… dejé huérfano todo su penar”: sus penas quedaron sin quién las engendró.
  • “Sopa de almejas es todo lo que como /(siempre fui menos que mi reputación)”: las apariencias engañan, parecía más de lo que era.

Actividad 8

Emboscada

En cuanto la vi, supe que estaba muerta.
Cuando nuestros ojos se cruzaron sentí un extraño escalofrío pero sacudí mi temor y avancé entre el gentío. Era imposible que ella supiera de mí.
Caminó hacia la estación de trenes y sentí que el momento había llegado. Apreté el cuchillo y apuré la marcha. Cruzó el molinete del otro lado de los rieles y se perdió en la esquina. Corrí.
Al doblar la esquina me detuve con sorpresa y terror. Con una sonrisa sardónica y una luz cruel en la mirada me observaba por encima del caño de la pistola.
Cuando comenzó a mover el dedo en el gatillo supe que mi corazonada era cierta.
Yo ya estaba muerta.
Antonio Cruz
Tío Elías y otros cuentos
Editorial del autor

RESPONDE
1.    Identifica cuáles son los personajes del texto y descríbelos de acuerdo a lo que hacen.
2.    ¿De qué trata el texto?
3.    ¿Cuál es la complicación?
4.    Estudia el verbo “estaba” del primer enunciado. ¿Quién es el sujeto implícito al que hace referencia ese verbo?
5.    ¿A quién se refiere el pronombre la que se encuentra en el mismo enunciado?
6.    Compara el verbo "estaba" de ese enunciado con el del último.